La morosidad en las Comunidades de Vecinos

La actual situación socio-económica de nuestro país ha provocado que se disparen los índices de morosidad en todos los sectores y, como no podría ser de otra manera, también dentro de las comunidades de propietarios, convirtiéndose en uno de los principales problemas de su administración.

MorosidadSegún las estimaciones efectuadas en 2012 por el Consejo General de Administradores de Fincas, la deuda total de los propietarios con sus comunidades asciende a unos 1.600 millones de euros.

El perjuicio para una comunidad con morosos es más que evidente, ya que, en ocasiones, tienen que suprimir la prestación de servicios esenciales por falta de liquidez en sus cuentas. Otras veces, los problemas se manifiestan cuando los propietarios que sí cumplen con sus obligaciones han de hacer frente a cuantiosas y repetidas subidas de sus cuotas comunitarias para mantener todos los servicios de su comunidad intactos.

¿Quién puede ser Vecino Moroso?

Hay que tener en cuenta es que, además del tradicional deudor particular, aparece en escena un nuevo vecino moroso, la Entidad Financiera.

Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, las diferentes entidades financieras de nuestro país, se están adjudicando viviendas por los impagos de sus hipotecas, adquiriendo la condición de copropietarios y asumiendo los mismos derechos y obligaciones que cualquier otro propietario. Lo más común es que estas entidades no se impliquen en el día a día de la comunidad, llegando incluso a continuar con la tendencia anterior de morosidad.

La cifra que barajan los colegios de administradores de fincas con respecto a la deuda de las entidades financieras con las comunidades de propietarios está entorno a los 250 millones de euros, lo que apenas supone un 16% del total de la morosidad. Por otro lado, el potencial económico de una entidad financiera le otorga una garantía de cobro con la que muchas veces no cuenta el propietario particular.

¿Cómo actuar frente a un Moroso?

Lo primero que debe hacerse es llevar un control exhaustivo del pago de las cuotas de la comunidad, labor que es muy sencilla cuando existe la figura de un administrador de fincas profesional.

  • En cuanto se detecta un impago hay que ponerse en contacto con el vecino en cuestión.
  • Si no se obtiene respuesta se debe proceder a una comunicación certificada (por carta, buro fax, sms certificado, etc.).
  • Si no se satisface la deuda con la comunidad, se traslada comunicación a la Junta de Propietarios, en la que se puede tomar la decisión de reclamar la deuda judicialmente. Dicha decisión ha de comunicarse de forma fehaciente al moroso con acuse de recibo y certificación del texto del acuerdo aprobado por la Junta dándosele un plazo de 15 días para pagar la deuda.
  • Si persiste el impago, la Ley nos da un mecanismo rápido y eficaz, el Proceso Monitorio, en el que se reclama el principal, los intereses, las costas y hasta el coste de los buro fax enviados.

La realidad nos demuestra que en la mayoría de los casos llegados a este punto el vecino moroso procede al pago.

Al igual que ocurre con la salud, la mejor opción para evitar un mal es la prevención. Cuando una comunidad de propietarios es gestionada por un administrador profesional gran parte de la morosidad puede ser evitada de manera amistosa y acorde a las necesidades y circunstancias de cada propietario, al tiempo que se eliminan los enfrentamientos entre vecinos.

Comunadis, gracias a su gestión profesional y de calidad, evita la acumulación de cuotas impagadas en su comunidad y pone a disposición de todos sus clientes su equipo legal para la reclamación de deudas.

La mejor forma de ahorrar en su comunidad es contratando los servicios de Comunadis.