El coste de no mantener

Existe la creencia generalizada de que realizar operaciones de mantenimiento o inspecciones técnicas resulta caro o que es innecesario mientras no haya desperfectos, pero la realidad demuestra que, con el tiempo, mantener sano un edificio resulta más económico que no hacerlo.

SaludEn el caso de la falta de mantenimiento hay que tener en cuenta las siguientes posibilidades:

  • La depreciación del patrimonio.
  • Los elevados costes por intervenciones tardías.
  • Los gastos añadidos que generan las urgencias.
  • Los costes de las posibles reclamaciones.
  • Los costes de los siniestros.

Hay que considerar otras variables que, si bien no son de tipo económico, también son importantes:

  • Pérdida de prestaciones.
  • Falta de seguridad propia o de terceros.
  • Falta de calidad y confort.
  • Degradación de la imagen pública del inmueble.

Las pequeñas inversiones periódicas destinadas a conservar en buen estado los edificios y sus elementos evitan tener que hacer grandes desembolsos en obras de rehabilitación a medio o largo plazo.

Se considera que el 50% de los gastos en obras de rehabilitación a lo largo de la vida de un edificio se podrían haber ahorrado con un correcto mantenimiento preventivo.

Las inspecciones técnicas generales

Las inspecciones técnicas tienen como finalidad conocer el estado general de las edificaciones, indicando las reparaciones necesarias, determinando instrucciones de uso y funcionamiento o recomendando la rehabilitación o modernización de determinados elementos.

Así pues, la primera inspección debe realizarse a los 15 años de haber finalizado las obras de construcción. Posteriormente, conviene que se realicen cada 10 años, sin perjuicio de realizar aquellas con mayor frecuencia que se prevean necesarias.

Las inspecciones se tienen que hacer de acuerdo con las disposiciones aplicables de cumplimiento obligado y del criterio facultativo del técnico que realice la inspección.

Mantener sano un edificio, también supone un valor añadido muy importante. En el caso de las compraventas de viviendas, el valor de éstas aumentará si el edificio está en buen estado y en el caso contrario su valor podría decaer considerablemente.